domingo, 3 de febrero de 2013


Después de mirarte al espejo y haberte encontrado, realmente te das cuenta de que el sol te acaba quemando y el alcohol no cura todas las heridas. Que los besos no se piden, ni se guardan, ni se esperan; que los abrazos son más bonitos cuando de verdad los necesitas. Aprenderás a valorar lo que tienes porque nunca se sabe si tendrás algo mejor y tal vez, cuando sientas que nadie te quiere, habrá alguien que te quiera como a nadie. Descubrirás que el tiempo es muy valioso, que no se puede retroceder y que siempre se debe mirar hacia delante, para no tropezar. Que los tequieros no son algo que puedas arrancar de una margarita. Por tanto, debes cultivar tu propio jardín en vez de esperar que alguien te traiga flores. Entonces, te darás cuenta de que el verdadero reflejo es el del alma y no esa simple imagen que ves en el espejo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario